Durante mis capacitaciones en el ámbito de la salud mental en el trabajo, se hacía mucho hincapié en intentar involucrar a la jefatura directa cuando la persona trabajadora estaba experimentado ansiedad, depresión o algún diagnóstico de salud mental. Esto era una pieza clave para el proceso de recuperación de la persona (en caso de que esté regresando de una baja laboral), o para la mejora y cuidado de la salud de la persona cuando ésta estaba pasando por un mal momento.
Sin embargo, la realidad es que en muchos casos no se tiene a la jefatura ni al departamento de RRHH del lado del bienestar y la salud del trabajador. Recuerdo mi participación en un grupo de apoyo de personas con un diagnóstico de bipolaridad. Durante la sesión me preguntaron, ¿pero debo de decirle a mi jefe mi diagnóstico? Mientras pensaba mi respuesta, alguien comentó algo como: "no sirve de nada, al final no te van a entender y te van a terminar viendo mal".
Quedé mirando al resto del círculo de personas que llenaba la sala, y una mayoría asentía, acompañada de otras voces que decían en voz baja: "me ha pasado" o "lo mismo". Luego de asistir a otros grupos de apoyo, así como en mi trabajo directo con personas, me di cuenta que la experiencia se repetía con frecuencia.
En algunos casos, revelar un problema de salud mental en el trabajo había marcado un antes y un después en la vida laboral de la persona y, lamentablemente, lo había hecho para mal.
Entonces, ¿le cuento a mi jefe sobre mi diagnóstico de depresión? La respuesta es: depende. Si crees que tu jefa es una persona que intentará apoyarte, que actuará con respeto y no te juzgará, sin lugar a duda compartir con tu jefatura puede ser muy útil, sobre todo si consideras que algunos cambios razonables en tu trabajo pueden tener un beneficio en tu salud.
Ahora, si tu jefe es una persona que no ha demostrado validación y respeto por tu trabajo y/o tu persona, que ignora y evita hablar de "cómo nos sentimos", o que incluso se ha llegado a burlar de otras personas, pues en ese caso quizás es mejor evaluar cuidadosamente si compartir o no, ya que probablemente no sea un espacio seguro para hacerlo. Ante esa situación, la siguiente opción sería el área de RRHH, pero muchas personas no tienen esa posibilidad o, si la tienen, termina siendo inútil ante tanta burocracia y atención impersonal.
Por último, si estás buscando alguna alianza a nivel laboral para sentirte mejor, quizás es mejor buscar a alguna otra persona en quien confíes que no necesariamente sea tu jefatura o RRHH, e intenta pedir ayuda, ya sea para que te pueda apoyar con algunas tareas o para sentirte respaldada. Quizás incluso esa persona te pueda ayudar a pensar en otras alternativas. En todo caso, uno de los aspectos más importantes es intentar no aislarte, e intentar buscar ayuda si ves que el binomio Salud Mental/Trabajo está teniendo un efecto importante en tu vida y tus relaciones. Está bien no estar bien y, a veces, viene bien pedir ayuda.