Recientemente hay mucha crítica y popularidad respecto al fenómeno de ghosting (detener o terminar una relación repentinamente sin motivo alguno pero sobretodo sin explicación).
Unos reclaman que es algo viejo, otras que se ha incrementado con las redes sociales y con las aplicaciones de cita, pero lo cierto es que yo no soy experta en el fenómeno, ni pienso explayarme en las raíces psicológicas del mismo. Principalmente porque no las sé. Lo que sí sé es que yo trabajo con lo que mis clientes traen a sesión y de esto aprendo cada día el arte de la psicoterapia.
Recientemente conversaba con una clienta que estaba cansada del ghosting que recibía a través de una app para ligar. "Cuando todo parecía evolucionar a algo más, así sin explicación ni lubricante se desapareció". En mi intento de generar una pregunta útil para su consulta le pregunté lo siguiente: ¿Qué quieres tú que pase en lugar de ghosting?
La respuesta es personal y depende de lo que cada uno atribuya al significado de esta dinámica pero lo cierto es que resulta útil plantearse lo que uno quiere, en vez de lo que uno no quiere. Cuando sabemos un poco más de lo que queremos y de lo que nos gustaría nos volvemos más hábiles en identificar a tiempo lo que no se parece en absoluto a esto.
Trabajar con lo que quieres que pase en tu vida y en tus relaciones, así como en lo que eso va a decir de la persona que eres puede no ser tan divertido. Puede que cuando definas lo que quieres en vez de ghosting te veas semi obligad@ a cambiar de aplicación, o modificar tu perfil o a volver a tu sofá después de una noche de bares y tapas. Igual dejas por un tiempo de buscar un buen match, o igual pruebas otras alternativas, pero definitivamente no basta con decir que no queremos más ghosting. Y tú, ¿cómo definirías lo que deseas, eso que no se parece en nada al ghosting?
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